Aunque con modalidades distintas, desde la Federación Bioquímica se aguardaba al cierre de la presente edición de FABA Informa que tanto la obra social de los trabajadores estatales bonaerenses como la de los jubilados y pensionados nacionales, dispusieran incrementos de nuestras remuneraciones profesionales, dando respuesta así a los reiterados reclamos en tal sentido que venimos llevando a cabo.

En los primeros cuatro meses del año la inflación acumulada ha sido de 11,1%, desconociéndose aún cuál fue el aumento del Índice de Precios al Consumidor de mayo, todo lo cual habla a las claras de la urgencia que tenemos los prestadores en que se definan y se comiencen a aplicar cuanto antes las mejoras prometidas de nuestras remuneraciones.

Con respecto al Instituto de Obra Médico Asistencial está pendiente el incremento de aranceles que sus autoridades se habían comprometido a definir a la brevedad, lo que todavía no ocurrió.

Por otra parte y con respecto a los ajustes arancelarios para el presente, debe señalarse que las paritarias del gobierno provincial con los sindicatos que representan a los docentes y a los diferentes sectores de los trabajadores estatales bonaerenses, se han definido en un 6% para mayo y un 4% para julio, por lo que esperamos que IOMA aplique ajustes arancelarios de la misma medida en las retribuciones de sus efectores, dado que las arcas del Instituto, como se sabe, se nutren del aporte de los salarios de aquellos. Y la situación actual, en principio, estaría indicando que ello así sucedería.

En tanto, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados no respondió todavía al reclamo arancelario de mejoras que formalizó la Federación Bioquímica.

PAMI ya había dispuesto incrementos en nuestras retribuciones profesionales de 1,9% en febrero y del 2,9% de marzo, pero la inflación hace que el tenor real de nuestros aranceles pierda constantemente valor, mientras que los bioquímicos debemos pagar la permanente reposición de insumos con valores que van creciendo siguiendo la línea del IPC y en no pocos casos superándola.

También seguimos esperando que PAMI atienda nuestro ya “viejo” reclamo de cambiar el sistema contractual y pasar al Modelo de Retribución Continua u otro similar, aunque reconocemos, como ya hemos expresado con anterioridad, que el pase de veinte prestaciones al sistema de tasa de incentivo ha sido positivo, pero sin compensar las necesidades que tenemos para afrontar debidamente los costos de funcionamiento de nuestros laboratorios.

¿Cambios en el sistema de salud?

El lunes 26 de mayo, el Ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, anunció que el gobierno nacional se propone llevar a cabo “normativas en el sistema de salud”.

“Queremos pasar de un modelo sanitario centrado en reparar la enfermedad a uno enfocado en cuidar la salud basado en evidencia científica”, dijo Lugones, quien abogó por un “achicamiento y eficientización de la estructura operativa de los organismos que dependen del Ministerio de Salud”, plan al que denominó “Revisión integral del funcionamiento del sistema de salud nacional”, al tiempo que confirmó la decisión del presidente Milei de que Argentina se retire de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sobre este último tema consideró que ““hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan, porque no están basadas en ciencia, sino en intereses políticos y estructuras burocráticas que se resisten a revisar sus propios errores. Lejos de corregir el rumbo, la OMS ha optado por ampliar competencias que no le corresponden y condicionar la soberanía sanitaria de los países”.

Lugones formuló estos anuncios tras reunirse en la sede de la cartera sanitaria con el secretario de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr. Además, Lugones enfatizó que el Ministerio de Salud hará “una revisión estructural de su propio organigrama y sus procesos, en particular de las entidades dependientes, que van desde los hospitales nacionales, los institutos sanitarios, la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), entre otros”.

“El objetivo es ordenar, actualizar y transparentar estructuras y procesos que durante años funcionaron con superposiciones, normas obsoletas y escasa supervisión. El sistema debe servir a las personas y no a la burocracia. Durante años, muchas de estas estructuras operaron con normas obsoletas, funciones superpuestas, falta de trazabilidad y escasa supervisión real”, agregó.

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El Ministro de Salud argentino también hizo otros anuncios relacionados con vacunas, medicamentos y otros tópicos del espectro sanitario, todos alineados con lo que en la materia viene realizando el gobierno estadounidense de Donald Trump.

Unos días antes, el 21 de mayo, en el marco del encuentro AmCham Summit 2025, organizado por la cámara que nuclea a los empresarios estadounidenses en nuestro país, había indicado que “encontramos un sistema de salud en terapia intensiva producto de un desmanejo y mala gestión que lleva muchos años. Esta hipocresía se repetía en el sistema de obras sociales. El populismo siempre destacaba que las obras sociales daban cada vez más prestaciones. Pero en realidad lo que hicieron fue hundir al sistema de salud. El buen funcionamiento del sistema sanitario debe ser entendido desde el punto de vista de la salud, sino también en su oportuna transversalidad para el sostenimiento de la actividad económica. El sistema de salud es sustentable en la medida que se diga la verdad. Por eso, desde la gestión hemos encarado un trabajo de depuración en todo el sistema y creemos que ya se empiezan a ver algunos resultados”.