A la luz del tiempo transcurrido desde la creación de esta Federación —iniciativa que surgió del impulso de algunos distritos y que, con el tiempo, se expandió hasta alcanzar los diez que hoy la componen en toda la provincia—, resulta propicio reflexionar sobre el vasto camino recorrido. A lo largo de estos años, hemos enfrentado desafíos, sorteado adversidades y alcanzado logros significativos, fruto tanto de la creatividad como del esfuerzo colectivo, sin dejar de reconocer los fracasos que, lejos de debilitarnos, nos han enseñado y fortalecido.

Hemos sabido encontrar la fuerza en la unidad institucional, preservando siempre el espíritu crítico y el valor de la convivencia, sin renunciar a los principios que nos guían: la honestidad, el respeto, la responsabilidad y la empatía. Estos valores fundamentales han impulsado a la Institución con determinación, permitiéndole afrontar desafíos en pos del bien común de toda la comunidad bioquímica bonaerense y de su extensa red de laboratorios.

Celebramos el pasado, honramos el presente y abrazamos el futuro con apertura al diálogo, fomentando el intercambio de ideas y el debate constructivo como herramientas para generar valor y fortalecer nuestra identidad profesional.

Desde la función dirigencial, procuramos establecer las condiciones necesarias que impidan que la complejidad del contexto actual nos lleve a la indiferencia o al aislamiento. Por el contrario, aspiramos a construir espacios que promuevan el pensamiento crítico, la solidaridad y el compromiso colectivo.

En mi rol como presidente del CEABI Distrito II y como dirigente en otras instituciones, he trabajado incansablemente por el desarrollo de nuestra profesión y por el acompañamiento integral de los bioquímicos en todas sus dimensiones, poniendo siempre el máximo empeño en cada tarea emprendida.

La existencia de nuestras instituciones no sería posible sin los bioquímicos y sus laboratorios de análisis clínicos, quienes, a través de su adhesión a FABA y su participación activa en los distritos, desempeñan un rol esencial en la atención de las necesidades sanitarias de la población. A ellos, y por ellos, celebramos este nuevo aniversario.

Finalmente, hacemos extensivo nuestro agradecimiento a todos los dirigentes que, con su compromiso, esfuerzo y dedicación inquebrantable, han contribuido —y continúan haciéndolo— a la grandeza de FABA.