Las prepagas médicas y la lucha de siempre



Las negociaciones de las empresas de medicina prepaga y las entidades representativas de los efectores de salud que les prestan servicios, incluida desde luego la Federación Bioquímica, son tediosas, desgastantes e interminables.


Las compañías del sector vienen intentando recortar, casi desde el momento mismo de su creación, la aplicación de mejoras a sus prestadores, conforme van incrementando el valor de las cuotas que cobran a sus afiliados, sin que el gobierno nacional, intervenga a través de la Superintendencia de Servicios de Salud, tal como lo dispone el texto de la legislación que dio vida en nuestro país a estas empresas.


En el caso de los bioquímicos, como es sabido, permanentemente las prepagas intentan disminuir el debido porcentaje de incremento de nuestros aranceles invocando como excusa tan falsa como repetida, el reconocimiento del Acto Profesional Bioquímico como una parte proporcional del aumento que se nos debe trasladar, pretendiendo que el APB quede comprendido dentro de la mejora de la retribución profesional.


Este argumento se viene repitiendo año tras año siendo que la Federación Bioquímica ya ha demostrado su falacia insustancial. Insistimos en este punto en que a lo largo de 2022 las empresas del sector incrementaron las cuotas en un 113,8%, mientras que el Acto Profesional Bioquímico sólo aumentó el 87,5%, es decir, un 26,3% menos.


Últimamente, como se sabe, las mismas disposiciones del Ministerio de Salud de la Nación que autorizan a las prepagas a elevar las cuotas, expresa y claramente indican que éstas deberán trasladar a sus prestadores no menos del 90% del porcentaje en el que suben la mensualidad que abonan sus afiliados. Y en este punto, la Federación Bioquímica sigue firmemente plantada, siempre sin contar con la necesaria y obligada intervención reguladora oficial.


Por eso es que no se han producido novedades con respecto a las negociaciones a las que nos referimos en la última edición del FABAInforma.


No obstante, las tratativas continúan y se encuentran en distintos grados de avance según la prepaga de la que se trate.


De ese modo, todavía se discute en torno a los aumentos del 11,53% en octubre, y al del 13,8% de diciembre, sin perder de vista que en febrero se producirá un nuevo incremento del valor de las cuotas de las prepagas cuya cuantía aún se desconoce, y que durante los próximos 18 meses habrá subas mensuales, tal como lo dispuso la Resolución 2577/2022 de la cartera sanitaria.


Se necesita con urgencia la intervención estatal para hacer cumplir la disposición que obliga a las prepagas a subir los aranceles profesionales el 90% como mínimo del porcentaje de incremento de las cuotas, porque no se puede discutir el mismo tema todos los meses.



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