A fines de mayo, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados emitió la resolución mediante la cual definió oficialmente los “escalones” en los que irá abonando la pauta arancelaria ya definida hasta noviembre y que es, tal como se anticipara en la última edición del FABA Informa, del 55%.

La aplicación de la mejora capitaria se inicia con retroactividad a marzo con un 12% de incremento, y continúa con un 15% en mayo, 14% en agosto y 14% en noviembre. En la última entrega de este medio informativo institucional también habíamos anticipado que, si bien el Instituto determinó el mismo porcentaje de aumento para la totalidad de sus prestadores y que la CUBRA es la encargada de llevar adelante los reclamos ante la obra social de los jubilados nacionales por el sector de los profesionales del laboratorio, la Federación Bioquímica impulsará decididamente que el PAMI analice, al menos en nuestro caso, revisar antes de fin de año el tenor del incremento arancelario de 2022 y adecuarlo a los índices inflacionarios, que parecen ser superiores a los calculados originalmente por parte del gobierno nacional y las consultoras económicas.

Esta posición se ve reforzada además a partir de la necesidad de que los bioquímicos de la provincia de Buenos Aires contemos con los fondos genuinos para hacer frente al pago de los incrementos salariales de los empleados de nuestros laboratorios, cuya paritaria con el Sindicato de Sanidad para este año marcó una mejora del 59% (ver aparte).

Guías clínicas

En otro orden, pero siempre con relación a la vinculación contractual existente con el PAMI, debe señalarse que ha cobrado renovada y plena vigencia una cuestión que desde hace años no se resuelve pero que ahora puede transformarse en un problema de importancia.

Nos referimos al de la utilización de las guías clínicas por parte de los médicos a la hora de efectuar las prescripciones de determinaciones de laboratorio a los beneficiarios del Instituto.

A través del tiempo el PAMI no ha acordado con los bioquímicos y los médicos, los contenidos de las guías clínicas que deben usarse para ordenar los análisis clínicos de acuerdo a cada patología.

Ahora, por una parte, el Instituto ha extendido la cantidad de médicos especialistas que cobran por prestación, y por la otra, como ya se ha explicado en anteriores ediciones de FABA Informa, se trabaja con la Federación Bioquímica en la implementación de un mecanismo informático a través del cual los médicos del PAMI, ya sea de cabecera o especialistas, deberán cargar las Órdenes Médicas Electrónicas en el sistema informático de la obra social para que automáticamente pasen a nuestra plataforma para su correspondiente auditoría y autorización.

La falta de guías clínicas oficializadas por el PAMI y aceptadas por las partes, será un problema seguramente que puede influir negativamente en la tasa de uso, más que nada en el caso de los especialistas.

Por ello urge que el Instituto, de una vez por todas, convoque a todas las partes con el objeto de definir las guías clínicas, ya existentes, que deberán manejarse para prescribir análisis bioquímicos.

Más allá de tratarse de una medida de sentido común y existente en otras obras sociales importantes, como por ejemplo el Instituto de Obra Médico Asistencial, debe adoptarse cuanto antes para mantener el convenio prestacional funcionando dentro de límites razonables y que no se siga deteriorando la remuneración profesional de los bioquímicos.

En tanto, el Instituto continúa pagando con normalidad una cápita mensualmente.